El 24 de abril de 2025, dos nuevos voluntarios se unieron al equipo de Ecuasol. Ambos proceden de París y, tras terminar sus estudios, decidieron aceptar el reto de apoyar a los niños de la fundación.

Entre dos culturas muy diferentes, el cambio de aires en medio de las montañas y las ajetreadas jornadas con los niños, ¡aún no han tenido tiempo de aburrirse!

Alice, licenciada en Psicología por la Universidad de París Cité, sustituyó a la voluntaria Amber, que se marchó en marzo. Tenía ganas de comprometerse, de dedicar su tiempo y su energía a una causa que le importa mucho: apoyar a los niños desfavorecidos de Ecuador. También siempre le ha interesado la psicología transcultural para comprender mejor al ser humano. Alice encuentra genial y estimulante involucrarse también en todos los ámbitos de actuación de la fundación Ecuasol.

Thomas, por su parte, licenciado por el ICAM, es responsable de la pedagogía y acaba de empezar a hacerse un hueco como profesor de inglés. Sus motivaciones para venir fueron una mezcla de ganas de participar en la vida de una asociación, probar una iniciativa social y centrarse en cosas más esenciales, como la ayuda mutua. Procedente del ámbito industrial, un sector muy alejado del ser humano en el sentido social, sintió el deseo de irse al otro lado del mundo y enfrentarse a una cultura diferente a la que conoce. Por ahora, esta experiencia está cumpliendo sus expectativas, aunque a veces se sienta impotente ante la realidad de los niños.

Su participación se realiza en forma de voluntariado en el Servicio Cívico. Se trata de un compromiso ciudadano para jóvenes de entre 16 y 25 años (hasta 30 años en caso de discapacidad) que intervienen en estructuras de interés general, en Francia o en el extranjero, con una indemnización de 620 € al mes.

Les damos la bienvenida y nos alegramos de que esta maravillosa cooperación entre Francia y Ecuador pueda continuar, en apoyo de los niños y las familias de los barrios desfavorecidos del norte de Quito.