El edificio, construido en la década de 2010, necesita un mantenimiento regular. Ecuasol acoge actualmente a más de 70 personas al día.

En los últimos meses, debido a las fuertes lluvias y al mal drenaje del agua (debido principalmente al desgaste de las tuberías y las infraestructuras), la directora de Ecuasol ha recurrido a un profesional, situado en el mismo barrio que la fundación. Este ha venido a construir cajas de hormigón para poder controlar el flujo de agua, especialmente en caso de lluvias abundantes. Estas obras han costado alrededor de 600 dólares estadounidenses.

El siguiente paso, para proteger la estructura, será construir un pasillo pavimentado alrededor de la fundación para evitar que el agua entre en el edificio. Las obras se estiman en 1750 dólares estadounidenses.