En la continuidad de la misión de Maïlys y Pauline, otras tres estudiantes de la Escuela de Ingeniería de Purpan, Annaëlle, Claire y Lola, han construido un gallinero en el terreno de la fundación. Este proyecto forma parte del enfoque de Ecuasol para ser lo más autosuficiente posible.

¿Por qué construir un gallinero en Ecuasol ?

La fundación distribuye una comida diaria a los niños, consistente en verduras del huerto y alimentos con almidón. Gracias a los huevos que ponen, las gallinas añaden proteínas animales a esta comida. Las diez gallinas del gallinero ponen unos sesenta huevos a la semana.

Además, también pueden utilizar los residuos de la cocina, como las cáscaras de las verduras, y su basura alimenta el compost. El gallinero permite así completar el círculo virtuoso de la autosuficiencia que la fundación desea alcanzar!

Tener un gallinero en la fundación también muestra a los niños que es fácil tener gallinas en casa, y que ellos también pueden construir un gallinero y beneficiarse de los huevos.

¿Cómo construimos nuestro gallinero?

El primer paso antes de construir fue definir la ubicación, tomar medidas, elegir a los materiales y hacer planos y bocetos.

Se optó por un gallinero de madera, sobre pilotes y con corral. La madera es un material barato y fácil de construir. Los zancos permiten tener un gallinero a la altura del hombre, lo que facilita su mantenimiento. Además, permite elevar el gallinero para aislarlo de la humedad del suelo, y crea un refugio para los comederos y bebederos; también amplía el corral de las gallinas, ¡que es necesario para su bienestar!

El segundo paso fue comprar todos los materiales necesarios para la construcción en las tiendas locales.  

El siguiente paso fue cortar las tablas al tamaño adecuado, una tarea en nada fácil, pero con la ayuda de Yolanda y de su marido, que viven en la fundación y están equipados con una sierra circular, el trabajo se hizo en un santiamén. 

El siguiente paso fue tratar la madera con dos capas contra insectos y hongos y dos contra la humedad. Esta fue la parte que más tiempo consumió del trabajo, ya que había muchas tablas que tratar y había que respetar un tiempo de secado entre cada capa. 

Finalmente, se montó el gallinero y se construyó el corral. Unos cientos de tornillos más tarde, el gallinero está finalmente listo para recibir a sus habitantes.

Descubra a continuación el proceso de montaje:

¿Y ahora?

Se ha elaborado una guía para que los niños, profesores y voluntarios puedan cuidar de los pollos y de su hogar. Contiene información sobre la gestión de los alimentos y el agua, la limpieza y las posibles enfermedades que pueden afectar a los pollos.

El objetivo es también dar a los niños un sentido de la responsabilidad encargándoles tareas importantes: cada día hay que recoger los huevos y dar de comer y beber a las gallinas. Además, es necesario limpiar semanalmente el gallinero para garantizar su buena salud.

Para introducir a los niños en estas actividades, los voluntarios organizaron una búsqueda del tesoro que les llevó indirectamente al gallinero, con varias pistas que les daban informaciones sobre las gallinas y cómo cuidarlas. La recompensa final: ¡huevos de chocolate escondidos en el gallinero! La degustación finalizó con una sesión de preguntas y respuestas para asegurarse de que todos entendían su papel antes de que los estudiantes regresaran a Francia.

La misión de los estudiantes ha concluido: ¡el gallinero es totalmente funcional, los niños y el personal de la fundación están capacitados para cuidar de sus habitantes!