Después de más de un mes de ausencia, los niños regresaron a la escuela, y a la fundación también.

Todo el mundo se volvió a encontrar para empezar este nuevo ciclo, y ya hora, ya que el perro de la fundación, bautizado como Ecuasol, estaba aburrido de estar solo. Los niños han vuelto a su rutina como si nada hubiera pasado y están listos para aprender con felicidad y buen humor.

El perrito Ecuasol esta en buena compañia

Quien dice vuelta al cole dice al igual vuelta a los juegos. Actividades manuales y deportivas permiten a los más pequeños como a los más grandes hacer ejercicio, expresarse y compartir con los demás. Nada mejor para que se relacionen y creen nuevas amistades.

Los niños y los voluntarios jugando al quemado

El equipo cambió , pero la motivación sigue siendo la misma. Agradecemos a los voluntarios del año pasado, Emilia, las dos Marion y Mateo su involucración con nosotros y les deseamos lo mejor para el futuro. Fueron reemplazados por Antoine, Charlotte, Louise y Thibault para este nuevo año.   

Los nuevos voluntarios ya están bien integrados

Vamos a estar acompañados durante tres meses por Augustin y Paul-Emile. Son dos futuros ingenieros que estudian en la escuela de agronomía de Purpan, en Toulouse. Están acá para desarrollar la agricultura de la fundación trabajando en el invernadero y en el huerto, estamos ansiosos de ver los frutos de su trabajo. Si quieren apoyar su proyecto, no duden en hacer una donación: https://www.helloasso.com/associations/international-impact/collectes/developpement-de-l-agriculture-urbaine-dans-les-quartiers-defavorises-de-quito

Augustin y Paul-Emile trabajando

Estamos muy felices de empezar este nuevo año, y esperamos de todo corazón que va a ser positivo y lleno de emociones.